martes, 29 de enero de 2013

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí

Venus Anadiómena en su modalidad pepera y cañí.
¡Si el pintor Apeles levantará la cabeza...!


There is only one thing in the world worse than being talked about,
and that is not being talked about.

She talks the whole time. But she has got no conversation.
What she talks about I don't know.
I haven't listened to her for years.

(Oscar Wilde, segundo fragmento modificado)

("Solo hay algo peor que el hecho de que hablen
de uno, y es que no hablen de uno."
"Habla todo el rato. Pero carece del don de la conversación.
No tengo ni idea de lo que habla.
No la escucho desde hace años.")

2 comentarios:

  1. Sin embargo todos sabemos que los españoles son muy capaces de dispararse en la oreja -digo, en el pie-.

    A diferencia de Ulises, nuestros compatriotas parecen muy capaces de sucumbir ante los cantos de sirena.

    Y viene fuerte oleaje

    Y a río revuelto, ganancia de pescadoras, piensa una que yo sé...

    No la tengo todas conmigo. Ya me gustaría.

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  2. También Nadie sucumbió a los cantos de sirena, no solo de las que recibían tal nombre (por más maniatado que estuviera, aquello debió de ser una experiencia extática impresionante), sino de otro tipo de ondinas, llámense Circe, Calipso o la propia gloria imperecedera. No veo porque nosotros deberíamos ser mejores o ni tan siquiera diferentes, por más que nuestras sirenas sean tan prosaicas como una hipoteca o unas vacaciones en algún hotel de la costa. Y aun así, uno no pierde la arrogante ilusión de que algún día las ratas, a pesar de sus cantos de sirena, tengan que volver a la cloaca con el rabo entre las piernas.

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Ruleta rusa