martes, 27 de marzo de 2012

Xavier Mascaró

Una clase de singladura muy diferente a la del company Artur es la que nos sugiere esta otra nave de Xavier Mascaró, un artista (he de reconocerlo) hasta hace muy pocos días totalmente desconocido para mí y cuyo descubrimiento ha supuesto una verdadera conmoción a la altura de la sentida en su momento con Julio González o Chillida.
Una impresión, en el instante inicial, nacida de la afinidad con los núcleos temáticos sobre los que se erigen algunas de las series más celebradas del artista (Departures -conjunto al que pertenece la nave-, Caballo de TroyaGuardianes, las Cabezas), en las que la materia parece revelarse a partir de la evocación de ese salobre y arcaico rumor de lo mediterráneo que nos es tan grato.

Pero esta lectura temática, aun siendo representativa, no es sino el umbral a una manera rigurosa y singular de concebir la estrategia de volúmenes, de juego entre llenos y vacíos, densidad y movimiento, que trasciende la rotundidad corpórea del hierro fundido en pos de una vivencia simbólica extrema, cuyos puntos cardinales en ella misma reunidos tal vez fueran el mito, la historia, el paso del tiempo, la ausencia.
Este enlace del propio artista os acerca la experiencia:
http://www.xaviermascaro.com/

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